martes, 28 de julio de 2015

Análisis de Fire Emblem: Awakening, para Nintendo 3DS

De la mano de Intelligent Systems, el juego de rol estratégico por turnos más famoso de la gran N.
Conocido por su jugabilidad, sus personajes tan carismáticos como numerosos, sus participación en la serie Super Smash Bros y por el favoritismo que Sakurai le tiene a esta entrega.
Un juego de rol imprescindible para los fanáticos de este género.

Daraen, el estratega de Ylisse

Has perdido la memoria, te encuentras en un lugar desconocido y no recuerdas ni tu nombre. Te despiertas en medio de un campo debido a los murmuros de un grupo de personas, que no son ni más ni menos que la realeza de Ylisse.
Por pequeños contratiempos, demuestras ser un gran estratega, y debido a que no hay otro en el reino y a que Chrom, el príncipe, es un buenazo y confía en todos, te conviertes en el oficial al mando del ejército de un reino en tiempos de guerra.



Todo cambia la noche en la que Chrom y su hermana pequeña, la princesita Lissa, dan una vuelta por un descampado a media noche y se encuentran con una brecha en el cielo, de la que salen un montón de resurrectos y un misterioso enmascarado que responde por el nombre de Marth.

Chrom y su pequeño ejército, plagado de magos y seres de otras especies, deciden tomarse la justicia por su mano y enfrentarse a Plegia, territorio enemigo, para acabar con esta absurda guerra. Pero puede que esa no sea la mayor dificultad a la que se enfrenten.

Lo único que no tienes claro es ese extraño sueño en el que asesinabas a Chrom, tu nuevo mejor amigo...


Retos adaptados al jugador

Lo normal en Fire Emblem es una dificultad sencilla, pero con un gran problema: las unidades caídas no vuelven.
Es fácil subir de nivel y matar a tus enemigos, pero te obligarán a pensártelo dos veces antes de mover tu personaje una casilla, ya que si uno de tus aliados muere en combate, probablemente no logres verlo nunca más. Puede morir, o puede irse simplemente para no volver.

Pero en esta entrega puedes elegir la dificultad a tu gusto, para que se adapte a ti. La normal es la de toda la vida, si has jugado a otras entregas estarás adaptado a ella.

Hay un cambio significativo entre el estilo normal y el difícil, no subirás tan rápido de nivel y los enemigos te darán más caña. Eso sí, el nivel experto al principio será prácticamente imposible que te lo pases sin una guía, ya que de un solo golpe te matarán a los aliados y el ejército de Plegia aguantará casi todo lo que le eches.

También existe el modo clásico y el novato. En el clásico, será como en todos los Fire Emblem: si caes en combate, mueres. Si no te apetece tanta presión, puedes elegir el estilo novato, en la que los luchadores se retiran para descansar y sanar sus heridas.
En la siguiente fase, estarán como un roble, tan sanos como si no hubiera pasado nada.

Puedes hacer varias combinaciones, como normal con clásico o difícil con novato, para experimentar diferentes tipos de juegos y pensar las cosas desde diferentes vistas. Puedes sacrificar a alguien para ganar una partida, o tener que gastar todo tu dinero en pociones.

Por el módico precio de 1000 monedas en normal, o 5000 en difícil, podrás invocar a un ejército de resurrectos y darles una paliza para subir de nivel a tus tropas. Muy útil para tener un poco de práctica y subir los stats a tu ejército. No tienes por qué comprar las cajas de resurrectos, aparecerán solas en diferentes intervalos de tiempo. Dependiendo de en qué nivel los invoques, serán más fuertes, haciendo retos mayores (y más experiencia).

También tendrás que administrar bien tus objetos, posiblemente una de las mayores dificultades de Fire Emblem, y una característica vital. Tus armas se romperán en un determinado número de golpes, provocando que tengas que controlar tu dinero para comprar armas a tu equipo, mejorarlas y todo lo que necesites. También habrá items que suban tus estadísticas, así que no los gastes a lo tonto. Puede que subir la defensa de un personaje determine que caiga en combate o no. Solo puedes llevar cinco objetos por personaje, no vienen mal un par de pociones y tres armas.


¡Quiero montar en Pegasso!

En Fire Emblem: Awakening, puedes ser lo que tú quieras. ¿Te apetece un ejército de magos? Adelante. ¿Prefieres caballeros con lanzas? Como prefieras. ¿Un popurrí con todas las clases posibles? Perfecto. Puedes ser lo que tú quieras, y cambiar a tu ejército como te plazca.

Desde jinete, domadora de dragones, caballero pegasso, mago, ladrón hasta lord. Un mundo de posibilidades a tu alcance. Cada clase tiene sus características, sus armas y sus habilidades personales, que no te vendrán nada mal.

Algunas también tienen debilidades. Por ejemplo, los pegassos serán genial para abrirse camino rápidamente por el tablero, pero despídete de ellos si hay un arquero cerca.



Diversión asegurada

No te vas a aburrir fácilmente con esta entrega. Si eres fan de la saga, no querrás perdértelo. Y si es tu primer juego de la serie, querrás comprarte todos los demás. La personalización es infinita: tu decides como sigue el ritmo de la batalla, controlas a tu ejército, editas al protagonista a tu gusto, eliges quién se casa con quién, y tomas todas las decisiones. Además es un pequeño reto para la mente, que nunca viene mal. Observar con orgullo como tu estrategia da resultado, o la suerte de que un enemigo falle al atacarte y salvarte de una buena, entre otras cosas. Muchos de los personajes te encantarán y les cogerás cariño rápidamente. Tiene un humor muy absurdo que te sacará risas tontas sin pensarlo y probablemente al terminarlo querrás pasártelo en una dificultad mayor.


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