lunes, 17 de agosto de 2015

Mi experiencia con los videojuegos: La GameCube

Esta vez me remonto a esa época en la que conocí a la que sería mi consola favorita durante toda mi vida.

Una cajita con forma de cubo morada que permitía enchufar cuatro mandos llegó a mi vida hace diez años aproximadamente. Yo era todavía una niña con seis o siete años de vida, pero ya empezaba a ser la friqui que hoy en día soy.

Esta plataforma llegó envuelto bajo el árbol del día de Reyes, y me atrevería a decir que fue el regalo que más me ilusionó en mi vida entera de cada seis de agosto.



Los juegos que tenía para la GameCube son pocos. Entre ellos se encontraba el Paper Mario: la puerta Milenaria, que era mi título favorito. A día de hoy, me lo vuelvo a pasar cuando me entra la nostalgia. Y aunque sé la historia de memoria y los niveles los he pasado tantas veces que puedo hacerlo con los ojos cerrados, vuelve a sacarme unas cuantas sonrisas con los mismos chistes que escuché en mi infancia, sigue haciéndome temblar con el nivel de la isla y cada vez conozco más a fondo a los personajes.

Aunque ya hablaré más a fondo de su secuela para Wii, que ahora mismo la protagonista es otra consola.

Jugué al Mario Kart: Double Dash hasta que se me rayó el disco de tanto usarlo. Mi combinación era siempre con un Koopa metido en vehículo. Pero dejó de funcionar debido al disco y se me colgaba siempre en la Cumbre DK, mi escenario favorito, así que era muy frustrante no poder conducir en esa copa con mi circuito favorito.



En los siguientes Mario Kart que tuve, los escenarios que volvían de Double Dash no podían traerme más nostalgia y recuerdos.

También estaba el Super Mario Sunshine, a día de hoy sigo acosando a Nintendo en diferentes páginas y redes sociales para que me traiga de una vez un remake. Y el Pokémon Colosseum, el mejor Pokémon para mí despues de Oro, y el único de sobremesa que tengo.

No sé si me gustaban más los combates dobles, empezar con Espeon y Umbreum o el hecho de que no hay hierba alta, sino que les robas los pokémon a tus enemigos.

El Mario party 5 también estaba ahí, mi favorito hasta la fecha y el que más he jugado de todos, porque traía muchos modos, juegos aparte y minijuegos muy geniales.

Esos cinco juegos hicieron de esta consola la mejor que he tenido. Mi infancia se basa en recordar las aventuras que viví con estos cinco títulos, que, debido a que eran pocos y a que me encantaban. Cuando terminaba un juego volvía a empezarlo una y otra vez sin cansarme. Las veces que repetí el Mario Paper de GC son incontables.

A día de hoy lo pienso y me da pena haberme quedado en esos cinco, que son títulos brutales y me gustaría que todo el mundo probara. Pero ojalá hubiera tenido el The Legend Of Zelda: The Wind Waker, o el Super Smash Bros. Melee.

El Wind Waker y el Pikmin los he comprado recientemente, y creo que los habría disfrutado más de niña con mi Game Cube, mi mando con el joystick mordido y el cable que no llegaba hasta mi sofá, obligándome a moverlo o a sentarme en el suelo.

Fuera bromas, el joystick me hacía daño en la mano en algunos minijuegos del Mario Party porque pinchaba. Mi perro lo mordió, y claro.

Pero los juegos que me trajo esa consola siempre serán innolvidables para mí. Supongo que me hicieron descubrir lo que un videojuego era capaz de darme y gracias a ello soy lo que soy ahora, alguien incapaz de separarse de Nintendo y sus mandos.


1 comentario:

  1. De las mejores consolas que hizo nintendo para mi gusto, solo que ahora es mi pisapapeles xD

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